lunes, enero 30, 2006

La chica del top verde y el pelo rizado

Tenía el pelo castaño, rizado y largo hasta cubrirle los hombros. Estaba sentada en medio del bar. A pesar de la hora que era – sobre las cinco de la tarde -; había pedido algo para comer, no mucho: un plato con media ración de fideua, acompañado de una botella de agua.

Tenía una bonita silueta delgada y con un unos hombros anchos, llevaba un top de color verde abierto por detrás acompañado de unos tejanos ajustados y de cintura baja.
Se la veía nerviosa, cogía una y otra vez el teléfono móvil como si esperase una llamada, una llamada que de momento no llegaba.

Yo estaba sentado en la barra observando de reojo sus movimientos, sin que se diera cuenta. Me sentía un poco voyer, avergonzado de estar mirándola tan atentamente. Matando el tiempo decidiendo que iba a tomar y donde me iba a sentar para poder seguir observándola aunque solo fuera un instante más.

Entonces el móvil le sonó. No tardo ni cinco segundos en descolgar el teléfono y ponerse a charlar con quien fuera que tenía en la otra línea. La conversación apenas duró un instante. No hablo mucho y al poco rato colgó para volver a comer.
Tampoco es que comiera mucho, se pasaba más tiempo jugando con los fideos. Mareándolos con el tenedor: para un lado una vez, para el otro al siguiente. Sin mover la cabeza de delante el plato.

De golpe y porrazo, ella dio un brinco. Rápidamente, me fije que en el suelo a su lado había una paloma revoloteando y picando de las migajas que había en el suelo. Ella se asustó y la intentó golpear con el pie con poco acierto. Lo que consiguió sin embargo fue asustarla y que levantara el vuelo por todo el bar creando cierto grado de confusión.

Aproveché este momento para decidirme. Cogí el café que llevaba en mi bandeja y me acerqué hacia ella: “¿Puedo sentarme?” Le pregunté. “Todas las mesas están ocupadas y está es la única silla que está vacía. A no ser claro, que esperes a alguien”
No se lo esperaba. Durante un instante no respondió nada, solo se quedo mirando me fijamente. Al poco me respondió: “Vale”.

Por fin pude verle la cara. Tenía el rostro moreno con unas facciones muy marcadas y unos enormes ojos verdes. El pelo castaño que por detrás le cubría prácticamente los hombros mostraba por su frente unos rizos rebeldes que por mucho que ella intentará apartar, volvían una y otra vez a su punto de origen.

Intenté hablar con ella, de temas banales. Le comenté el accidente de la paloma. Ella pasó por encima del tema como si nada. No parecía que tuviera ganas de hablar. Después volvió a sonar el teléfono. Lo cogió con un respingo. Estaba más nerviosa aún que la primera vez. Solo dijo una cosa: “¿Vas a venir?”. Después de un momento de silencio, colgó.
“Perdona”. Me dijo medio sollozando. “No pasa nada, yo ni debería estar aquí”. Le contesté. “¿Malas noticias?”. Pregunté. “Más o menos…”

Y eso fue el detonante. No se porque, empezó a hablar sobre la persona con la que intentaba hablar. Su novio. Se habían peleado, por una tontería. Pero en el calor de la discusión, ella dijo cosas que no quería decir y lo dejo plantado en medio de la calle. Ahora, solo quería disculparse y él se negaba a hablar con ella.
Siguió hablando, sin preocuparse por un momento que yo fuera un completo desconocido. No se cuanto tiempo estuvimos charlando, cinco o diez minutos a lo sumo. Después se me quedó mirando y se levantó de golpe.
“Lo siento, no tengo porque contarte todo esto”.
“No pasa nada le conteste”.
“No, va en serio. Lo siento. Me tengo que ir. Deja al menos que te invite al café”
Se aparto de la mesa, y fue directo a la caja para pagar.
“¡Oye!”. Le grité. “No hace falta”.
No me dio tiempo a llegar, ya había pagado y se dirigía velozmente hasta la puerta de la salida.
“Oye, al menos…”
La había agarrado del brazo al salir de la puerta. Ella volvió a mirarme fijamente. Algo me hizo soltarla de golpe. Ella se acerco y me besó en la mejilla, susurrando en el oído un: “gracias". Giró y se fue calle abajo. No pude hacer otra cosa que mirarla fijamente viéndola partir por una calle de Barcelona atiborrada de gente. Pero a pesar de todo, ella se salía de la mediocridad.

Este momento fue cortado bruscamente por otra paloma y una camarera que salió a mi encuentro.
“¡Oye!. Perdona, pero te has dejado esto”. Me entrego mi libreta. Una libreta donde sin darme cuenta había empezado a describir como era ella. Entonces me di cuenta, que no había podido preguntarle su nombre. No me había dado tiempo. Solo sabía que era la chica del top verde y con el pelo rizado.


Esta historia contiene retazos de realidad. Ella existe y también la vi en una cafetería donde comía fideua. También recibió una extraña llamada y el accidente con la paloma aunque parezca extraño también fue real. Todo lo demás es ficticio. No me atreví a sentarme en su mesa y sinceramente, si lo hubiese echo tampoco hubiera pasado lo que acabo de relatar. Esto es lo que difiere la fantasía de la realidad.

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viernes, enero 13, 2006

Catalonia is not Spain... Si lo dice Oliver... pues a lo mejor es verdad

Antes que nada, una puntualización: Soy catalán y catalanista, pero no soy independentista. Yo creo que hay diferencias entre lo uno y lo otro. Si a alguien le interesa, que me lo pregunte.

Al trapo:

El domingo, entre pausa y pausa de Harry Potter puso el segundo canal autonómico de Catalunya – El 33 – , y estaban dando la repetición de la entrega de premios del balón de oro (Para quien no lo sepa, el balón de oro es – se supone – el premio al mejor jugador de fútbol). Me quedé un rato viéndolo. En pantalla, aparecían los tres favoritos al premio: Eto, Lampard y Ronaldinho. Los iban presentando uno a uno pero lo que me hizo gracia, fue el hecho de que cuando hablaban de Lampard, decían que jugaba en club inglés. Cuando hablaron de los otros dos; en lugar de comentar que jugaban en un equipo español, dijeron que jugaban en un equipo catalán.

Eso no tendría más importancia, si no fuera por lo que vi el otro día.

Era una madrugada cualquiera, estaba zapeando por El Digital y llegué a los canales de dibujos. En uno de ellos estaban haciendo un capítulo de Oliver y Benji. Era un capítulo nuevo. Todos ya eran mayores y jugaban en ligas de nivel. Uno de ellos, Mark Lendels jugaba en un equipo que se llamaba “Piamonte”.
La verdad, es que no me sonaba de nada. Hasta que en un momento del capítulo enfocan la ciudad y la voz en off aclara que la ciudad en cuestión es Turín. Entonces todo se aclaró: Mark Lendels estaba jugando en la Juventud de Turín. Pasa que por derechos no podían llamarle por su propio nombre.
A poco de acabar el capítulo dejaron Turín y a Lendels, para mostrarnos al protagonista de la serie: Oliver. Y… ¿Dónde jugaba Oliver?... Pues en el Barça.
Pero claro, igual que pasaba con la Juve; no podían nombrar al Barça y decidieron ponerle el nombre de “Catalonia Club”. Pero lo que de verdad me sorprendió fue que cuando apareció un dibujo de la ciudad; la voz en off no decía “Barcelona, España”, decía “Barcelona, Catalunya”. Así, bien grande:

BARCELONA, CATALUNYA

Imaginad donde hemos llegado que hasta en una serie de dibujos japonesa, marcan la diferencia entre Catalunya y España. Increíble. Lástima que nuestros vecinos parece que aún no se enteran (De que somos diferentes, ni mejores ni peores: diferentes).

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lunes, enero 09, 2006

Porque Elfo lo pidio... Harry Potter y La Cámara Secreta

Antes que nada avisar que esta crítica y todas las demás que ponga en el blog son únicamente sobre mi criterio.

Primero, pondré sobre antecedentes sobre Harry Potter 2.

No he leído ningún libro de la saga de Harry Potter; nunca me han interesado. No creo que sea una mala idea, todo lo contrario. Ha sido un gran acierto de J. K. Rowling la creación de esta saga. Ha creado un universo de ficción a base de toda clase de leyendas populares añadiéndole a todo esto unos niños con los que sus lectores potenciales puedan identificarse.
La idea no es nada original, muchos antes que ella lo han hecho, y eso no tiene que ser malo. Lo que pasa es que al menos para mí, con este refrito se le ha ido demasiado la mano con el aceite. No puedo dejar de comparar Harry Potter con el protagonista de “Los Libros de la Magia” de Neil Gaiman.
Para los que no se han leído Los Libros de la Magia hago un pequeño resumen ahora mismo: Trata de las aventuras de Tim Hunter, un chaval que vive con sus tíos – me parece que eran sus tíos, ahora mismo no me acuerdo -; los cuales le hacen la vida imposible, hasta que llega a su casa un misterioso personaje que le dice que va ser en el futuro el mago más importante de todos los tiempos.
¿Os hace falta que cuente más? Solo os diré que hasta se parecen físicamente.

Sea como fuere, el tiempo acabará por poner esta saga en su lugar. J. K. Rowling dice que el próximo libro será el último. Yo tengo mis dudas. Estoy casi seguro que si se le acaba el dinero o no vuelve a triunfar con ningún otro libro, volveremos a saber de Harry Potter.

Con esta premisa, fui a ver Harry Potter y la Piedra Filosofal y no la encontré tan mala.
Es una buena película de presentación y entretenida. Sobretodo pensando que es para niños.

Así que cuando fui a ver Harry Potter y la Cámara Secreta. No me gusto… nada. Pero Guille me ha picado para que la vuelva a ver y haga una crítica… Bueno, no tenía nada mejor qué hacer, así que la he hecho.

Lo más interesante que tiene la película son tres cosas:

Kenneth Branagh (Lockhart). Cada vez que sale en pantalla se los come a todos. Es lo mejor de la película, sin duda. Es más; tendríamos que inundar a TVE con mails exigiendo que emitan los títulos de créditos finales enteros; porque al finalizar dichos títulos, veremos la mejor escena de la película interpretada como no, por Branagh.

Richard Harris (Dumbledore). Fue su última película. Después de esta, nos dejo para siempre “El hombre Caballo”. Pero tanto en la primera parte, como en esta segunda es de lo mejor.

Todo el elenco de “elementos fantásticos”. Me refiero a las apariciones de las mandrágoras, Fénix, El Basilisco, etc. Esta es la gracia que tiene la película. Todos estos pequeños detalles sacados de toda la cultura popular.

Y ahora viene todo el resto.

Desde el comienzo hasta el final, el filme es un calco de la primera entrega.
El guión es completamente lineal. Eso no tiene que ser malo, el problema que ya sabes de antemano que si va a salir algo, es porque lo van a utilizar y/o tiene que ver con la trama del filme.
Me parece muy bien que la película sea para niños, pero eso no quiere decir que los niños que la vayan a ver sean tontos.
Recuerdo que las películas que iba a ver cuando era pequeño, tenían un cierto aire de maravilla (sense of wonder) de principio a final. Cada cinco minutos pasaba algo que no te podías esperar. Y me refiero a filmes como “La Historia Interminable”, “Dentro del Laberinto”, “Cristal Oscuro”, “Momo”. Películas que eran cuentos para niños y que te dejaban hacer volar tu imaginación. Aquí no, de principio a fin te lo dan todo mascado.

Me explico: hablando con hijos de amigos que han ido a ver la película, les pregunté que era lo que más les había gustado. Todos me decían lo mismo: “Harry Potter”, o, “yo quiero ser como Harry Potter”
¿Qué os acordáis de las películas que mencionado más arriba?
Estas películas han creado un imaginario popular a los cuales Harry Potter ni se acerca.

…me parece que me ido por las ramas. Vuelvo al filme…

Lo que decía: El guión es simple. Pero está hecho como mí critica, sin pensar en lo que va a pasar a continuación. No se si es problema del libro, pero hay momentos de la película donde director y guionista se meten en un aprieto del cuál no saben como salir. Os pongo dos ejemplos:
Uno de ellos es el ataque de las arañas gigantes: Tenemos a Harry y su amigo rodeados de arañas…. ¿Cómo los sacamos de ahí?... ¡Ya está! Reaparece otra vez el coche volador y los salva… ¿Y cómo contamos lo del coche volador?... ¡Qué más da! ¡Es magia!
Otro es Harry contra el basilisco: ¿Cómo mata Harry al basilisco?... Viene el Fénix… ¿Pero no lo tiene que matar Harry?... Pues que el Fénix le de una espada… ¿Y cómo lleva el Fénix la espada?... Dentro de un gorro… ¿Y cómo lo contamos?... Ya se nos ocurrirá algo de aquí hasta el final de la película… ¿Y si no se nos ocurre algo?... ¡Que más da! ¡Es magia!

Eso sobre el guión; pero es que lo demás, tampoco se salva.

La dirección de Columbus es mala. No hay ninguna escena que logre lo que tendría que lograr. En ningún momento te emocionas, no lo pasas mal cuando Harry lo pasa mal. Es que ni ríes cuando hay alguna escena cómica. A excepción de Branagh.

Es más, después pasa lo que decía antes. Columbus ha sido tan vago que ni se ha matado a innovar un poco. La película es calcada a la primera casi escena por escena. El torneo ese raro, el combate final, el paseo por el bosque. El problema que en la primera tiene su gracia porque es la novedad, aquí ya no.

Después están los personajes.

Tenemos de nuevos como en el caso del Elfo que con solo verlo 5 minutos ya te entran ganas de matarlo… suerte que resulta que al bicho le mola el sado y decide pasarme la mitad del tiempo pegándose. Que solo aparece para hacer de Hagrid. Es decir es el personaje que tiene siempre en su boca: “No debería haber dicho esto”.
Otro personaje nuevo es el padre del niñato enemigo de Harry; solo aparece porque alguien tiene que ser el malo detrás del malo que esta detrás del malo.
Y faltan los que vuelven de la primera parte. Son los mismos. Ha pasado un año y siguen igual. Se supone que son personajes de carne y hueso y que como todo el mundo, tienen que evolucionar. Pues va ser que no. Son completamente planos. Y lo que se consigue con eso, es que la gente no se identifique con ninguno. Te da igual que mueran o que no con lo que le quitas dramatismo a la película.

Y eso es todo por hoy. Es mi primera crítica, así que perdonad si es un poco caótica y corta. Con el tiempo espero mejorar.

Ah… Cuando vi “Dentro del Laberinto” quería ser el novio de Jennifer Conelly… han pasado los años y quiero ser el novio de Jennifer Conelly. O de Scarlet Johanson. O de Jessica Alba. O de… Veis como la gente evoluciona.

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sábado, enero 07, 2006

El insomnio provoca... Blogs!

Necesito un propósito de año nuevo. Sí. Lo necesito.
Hace unos días, hablando con una amiga que no veía desde año nuevo, me preguntaba:
“¿Qué tal?” “¿Todo igual?”
A lo que yo le contesté que si. Y Sonia, con una sonrisa de oreja a oreja, me suelta:
“Pues yo estoy dejando de fumar” “Es mi propósito de año nuevo” “¿Tú no tienes ninguno?”
No le di mayor importancia, me alegré mucho por ella eso sí, pero no volví a pensar en ello… como mínimo hasta la noche.

Cuando fui a acostarme, me volvió a atacar el insomnio. Y empecé a dar vueltas por la cama, una y otra vez. No sabía que hacer... Y en eso que me da por pensar en lo que me dijo Sonia: “¿Tú no tienes ninguno?”… No, yo no tenía ningún propósito de año nuevo. Así que decidí encontrar como mínimo, uno que, de una manera u otra, pudiera cumplir.

Empecé a pensar en las características que debía tener el propósito:

- No podía ser muy importante. El año pasado ya me marqué una metas grandes y por un motivo u otro, se fueron al garete. Así que tenía que ser una cosa que sin mucho esfuerzo, pudiera cumplir.
- Que sea una cosa, que si abandono, tampoco me moleste mucho. Soy propenso a dejar mis ideas a medias. Empiezo una cosa y no la acabo, o no me duran mucho. Mi mejor idea, que a la postre fue la que más me duró, huyo de entre mis manos hace unos meses.
- Algo que me guste. Que chorrada hacer una cosa que no te guste. No me imagino a nadie que se ponga como propósito que le peguen palizas día si, día tambien. Bueno, si, esta Poli Diaz.
- Y que sea legal… Es que se me pasó por la cabeza quemar mi sitio de trabajo.

Así que con estos factores, empecé a pensar en lo que podía hacer. Y fueron pasando las horas, y no se me ocurría nada. Hastiado de todo, me levanto, enciendo el ordenador, y pienso: “Vamos a ver, si alguien que yo me se ha actualizado su blog”. Y entonces, fue cuando se encendió la única bombilla que aún no tengo fundida en mi cabeza:

UN BLOG!

Ya lo tenía. Iba a hacer un blog. Cumplia con todas mis exigencias:

- No es difícil de hacer. Solo tengo que ponerme a escribir delante del ordenador. Y con que lo actualice un par de veces, ya habré cumplido el propósito.
- Si un día va y me da por dejarlo, solo me importará a mí.
- Siempre me ha gustado escribir.
- Es legal… De momento.

Ya esta! Ya lo tenía, iba a hacer un blog. Crearía mi propio cuaderno de bitácora. Donde escribiría todo lo que me plazca y de lo que me plazca… y de paso mataría el gusano de la envidia – sana – que me corroía por esa persona que tiene uno y no lo actualiza nunca.

Y ya está, eso es todo. Hoy, esta noche por fin me he decidido a hacerlo. Es mi primera anotación. No se lo que va a durar, no se quien me va a leer, no se lo que voy a escribir… pero todo es empezar.

Dejadme que os de la bienvenida a mi cubil; ya seáis conocidos, desconocidos, hombres, mujeres, cosas ambiguas o pobres ilusos que han ido a parar aquí pensándose que era algo porno.

Echadle un vistazo, si os gusta pasaros mas a menudo – hasta podéis dejar un comentario -; si no – también podéis dejar un comentario – no es obligatorio que volváis…

Pero si lo hacéis y vais volviendo, yo durante una temporada estaré por aquí, sentado en el portal silvándo una triste melodía… ya sabeis donde vivo…

Pero si un día no vuelvo, tampoco derraméis una lágrima por un simple blog , porque como dijo un poeta: “Nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto”.

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