Punto y aparte

Se que llega un poco tarde, pero toca hacer balance de este año que hemos dejado.

Mira que llegan a ser curiosas las cosas. Este año iba camino de ser otra muesca más. Otra cifra que añadir a mi casillero y poca cosa más.
El trabajo sigue con dificultades; estoy notando mucho la crisis pero se va llevando como se puede, trampeando el temporal. El asunto social; lo había dejado un poco abandonado. Mi esperanza en el ser humano es cada vez menor - aunque mis amigos siguen siendo los que son y aunque a veces parezca un poco desconectado, siempre los tengo presente -y todo que este año he conocido a gente que me han caído muy bien - aunque no las vea mucho - la desidia y el aburrimiento eran los senderos por lo que más frecuentaba.

Pero vete tú a saber como, que en solo un mes y pocos días todo cambió.

Primero, fue mi hermana y marido. El 3 de diciembre fueron al continente originario en busca del fruto de un semilla plantada hace casi 5 años. De allí regresaron con Kemila, mi preciosa sobrina.

Y la más importante fue algo completamente inesperado y fortuito - aunque la gente diga que no -. Esa chica tímida, siempre con la cabeza gacha y la costumbre de esconder su cara bajo un mechón de pelo negro. Esa persona que siempre estaba escondida siendo imposible el saber si te la ibas a encontrar al cruzar la puerta. Esa mujer que solo le dí un poco de mi confianza y mi amistad y se hizo se ella sola con todo lo demás sin oponer yo mucha resistencia.

Estas dos cosas han echo que me replantee mucho mi status quo. Han hecho que tome unas decisiones que la mayoría no entenderán y algunos otros no aceptaran. Todo esta hará, que probablemente este año en el que acabamos de entrar sea uno de los mas complicados de los que llevo de vida.
Pero la verdad, es que ya me da igual. Tengo bastante claro a dónde quiero llegar, cómo y con quién. El camino será largo y difícil y seguramente tendré que dejar ciertas cosas atrás. Pero como bien dijo alguien, "un viaje siempre empieza con un primer paso" y el mió lo dí el 24 de noviembre.

Esto se va a cobrar sobretodo a una víctima: el blog. Este año 2.008, lo había conseguido mantener más o menos estable. Esto se acabo. Lo más probable es que me pase meses sin actualizarlo. El tiempo es ahora mismo de lo que más huérfano estoy. Eso no quiere decir que lo abandone. Ni mucho menos. Solo que a lo mejor os pasais si ver nada nuevo durante un tiempo - aunque también puede ser que de golpe y porrazo actualice y cuelgue un montón de cosas de golpe -. Eso sí, doy mi palabra de acabar el cuento que dejé a medias antes de que acabe el mes de enero.

Así que amig@s, intentaré permanecer en contacto. Aunque, de vez en cuando, dejaros caer por aquí. ¿Quién sabe? A lo mejor hay señales de contacto y por fín la sonda ha llegado a su destino.